Ingredientes: Para 4 personas
- uno o dos solomillos de cerdo
- una cabeza de ajos
- un vaso de coñac (200 cc)
- el zumo de 1 limón
- una cucharada grande de mantequilla
- aceite de oliva virgen extra
- una pastilla de caldo concentrado
- Agua
Mis notas
Elaboración: (45 minutos)
1.
Limpiamos el solomillo y lo cortamos en medallones.
En una sartén amplia o una cacerola echamos un poco de aceite, cuando esté caliente incorporamos los medallones y los sellamos ligeramente por ambos lados para que quede jugoso. Retiramos de la sartén y reservamos.
2.
Machacamos los ajos y sin quitarles la piel los introducimos en la misma sartén, en la cual habremos echado la mantequilla y un chorrito de aceite. Los doramos, teniendo cuidado que no se quemen.
3.
Añadimos el zumo del limón, el coñac y evaporamos. Incorporamos la pastilla de caldo disuelta en un vaso de agua templada. Removemos para que se ligue la salsa y esperamos a que reduzca. Es fundamental que la salsa ligue, pues sino resultará solo un fondo de grasa y esto lo consigue el agua que le añadimos.
4.
Añadimos los medallones de solomillo a la sartén. Dejamos hervir unos 5 minutos o el tiempo suficiente para que reduzca la salsa. Comprobar de sal y ya está listo para emplatar.
5.
Se suele acompañar con patatas fritas o al horno, y os recomiendo que con ¡Mucho pan para mojar!
6.
Si estos medallones los metemos dentro de un bollito de pan se le llama "Mantecadito al whisky".