Elaboración: (90 minutos)

1. Preparar los ingredientes:

Lavamos y cortamos en trozos grandes los pimientos, la cebolla y la piña. Reservamos por separado.

2.

Picamos los ajos muy menuditos, reservamos.

3.

Picamos el trozo de jengibre y reservamos.

4.

Troceamos el pollo a trocos del tamaño de un bocado.

5.

En un bol grande batimos ligeramente los huevos, añadimos el pollo, la salsa de soja y el zumo de limón. Lo dejamos macerar a temperatura embiente durante unos minutos. Mientras, preparamos el resto de la receta.

6. Preparación de la salsa:

En un cazo o sartén, vertemos el agua y añadimos el resto de ingredientes: Ketchup, azúcar moreno, vinagre de arroz, y la salsa de soja. Se remueve bien.

7.

Cuando la salsa comienza a hervir, se baja la temperatura y se deja reducir. Aproximadamente unos 5 a 6 minutos. Reservamos.

8. Preparar la carne:

Se toma una a una las piezas de carne y se rebozan en maicena.

9.

Ponemos al fuego una sartén ampliao wok con suficiente aceite de girasol y freímos los trozos. Apartamos en un plato con papel absorbente.

10.

Retiramos el exceso de aceite y añadimos los ajos picados, los doramos.

11.

Añadimos las verduras con un poco de sal, y las rehogamos removiendo sin parar hasta que estén al dente.

12.

Se añade la piña y se integra con las verduras.

13.

Agregamos el jengibre (o una cucharadita en polvo) y los trozos de pollo. Le damos unas vueltas para que coja temperatura.

14.

A continuación se añade la salsa.

15.

En un vaso, se diluye una cucharada de maicena en dos de agua y removemos. La añadimos poco a poco a la sartén hasta que tome el espesor deseado.